lunes, 13 de abril de 2009

LA TEJEDA DE TOSANDE

Pincha en el reproductor de youtube y escuchalo con musica.

La siguiente ruta nos lleva a visitar una de las tejedas más importantes de Europa, donde podremos ver milenarios tejos, algunos de más de 5-6 metros de cuerda. El recorrido a esta singular arboleda nos va a permitir disfrutar de un paseo gratificante, con un sorprendente destino. Por todo ello esta tejeda está considerada por los expertos botánicos como una auténtica reliquia de la era terciaria, una verdadera joya. Todas las fotos de la ruta las podeis ver en el archivo del blog con fecha (25-6-08),(26-6-08),(27-6-08)y(28-6-08). El TEJO: utilizado para la fabricacion de arcos y para los ejes de los carros y en Castilla fue arrancado por los pastores debido a su toxicidad que atacaba especialmente al ganado ovino. Arbol sacralizado por la iglesia, ya que muchas de estas, estan construidas al lado de tejos. Como curiosidad, la antigua costumbre de los mozos de cortejar a las mozas tirándoles al suelo semillas de este árbol. De ahí la famosa frase "tirar los tejos". LA RUTA: Distancia aproximada: 9 Km. Recorrido. Desnivel: 400 metros. Dificultad: Media Baja. Duración: de 3,5 a 4 horas y media. Época: todo el año.
Acceso: Partiendo de Cervera de Pisuerga tomando dirección Sur, a tres kilómetros encontramos una bifurcación dejamos la carretera C627, por a la derecha inicia la carretera C624, que en este enlace tiene su punto de origen y nos encamina hacia Guardo. Inicio: En el P.K. 2,1, aquí iniciamos nuestra marcha, de la carretera C624 parte a nuestra derecha una pista de tierra.
Tras 900 metros cruzamos el ferrocarril de la Robla y medio kilómetro más adelante nuestro camino se cruza con otra pista transversalmente. Seguimos caminando unos metros más hasta encontrar una puerta metálica que cierra el paso a los vehículos.
En este lugar comienza la senda por este tranquilo y sencillo valle. Nos adentramos en un nuevo bosque de robles de pequeño porte, y medio kilómetro más adelante aparecen las primeras formaciones de encinar degradado o carrasco.
El sendero, ligeramente ascendente, nos conduce por la vaguada que forma el arroyo de Tosande (casi siempre seco por las características calcáreas del suelo). Cubierto el primer kilómetro de marcha encontramos una segunda cancela, en esta ocasión compuesta por traviesas de madera y alambre de espino.
Superado este obstáculo, continuamos junto al cauce del arroyo, hasta alcanzar un punto en que el valle se angosta bajo unas formaciones pétreas. A sus pies, una puerta metálica, de doble hoja, nos indica que hemos alcanzado el paraje donde se alzan "Los Novios", nombre que dan los lugareños a las formaciones rocosas allí ubicadas, a media ladera, a nuestra derecha.
Apenas doscientos cincuenta metros después de dejar atrás este tercer portillo, y tras superar un pequeño repecho, se abre ante nosotros el reposado y magnífico valle de Tosande. Tan pronto como alcancemos el nivel del valle abierto y con escasa vegetación tanto arbórea como arbustiva, y se divise, a cierta distancia, un pequeño chozo que se yergue en el centro del valle, deberemos replantear nuestra ruta. Desde este punto se divisa, a nuestra izquierda, y en dirección casi Sur, una cumbre triangular de piedra desnuda a cuyos pies se encuentra escondida la tejeda de Tosande. Se trata de la Peña Cantoral, que nos indicará la referencia conveniente para alcanzar, sin otros problemas que los derivados del notable desnivel, el bosque de destino. Un hayedo que tapiza la falda de la Peña Cantoral guarda en su interior los restos de la tejeda. Durante el verano la tejeda queda escondida entre la espesura boscosa del hayedo, y deberemos tomar como referencia la cima de Peña Cantoral, para poner rumbo unos 30 grados a su izquierda, donde nuestra brújula señale la dirección Sur. Por un prado salpicado de brezo nos encaminaremos hacia el hayedo, de cuyo umbral parten diversas sendas con la dirección indicada, dibujadas como profundos surcos (como una pequeña torrentera) en el solar del bosque. La ascensión por la ladera resulta trabajosa debido a la acusada pendiente. Pero pronto la recompensa está asegurada con el espléndido espectáculo de la tejeda.
Los primeros ejemplares aparecen a los quinientos metros de ascensión, y la formación cobra caracteres boscosos unos cientos de metros más arriba, encontrándose la zona de mayor densidad junto al reborde exterior del bosque, en la parte alta de la ladera.
De regreso, tras alcanzar de nuevo el valle podremos ver al ganado vacuno y caballar y disfrutar con mayor detalle del espectáculo de las montañas que guardan al valle de la Peña, que culmina hacia poniente con la cumbre de Peña Redonda.
Podremos acercarnos hasta el recuperado refugio que se divisa en el centro de la vaguada, para reponer energías, antes de emprender el regreso.

1 comentario:

  1. Jopetas que lejos has puesto lo de publicar un comentario, creía que lo habías quitado, jejeje
    Bueno guapísimo que tu como siempre currándote esto del blog y con imágenes muy guapas.

    Besos y a seguir así de bien.

    ResponderEliminar